Nadie se engañe: si alguno entre vosotros se tiene por sabio según el mundo, hágase necio, para llegar a ser sabio (89). Pues la sabiduría de este mundo es necedad delante de Dios. Porque está escrito: El atrapa a los sabios en su astucia (90). Y en otro lugar: El Señor conoce los pensamientos de los sabios, y sabe que son vanos (91).
(89) I Cor 3, 18
(90) I Cor 3, 19
(91) I Cor 3, 20
No hay comentarios:
Publicar un comentario