Revestíos de la armadura de Dios para que podáis resistir contra las insidias del diablo (103), porque no es nuestra lucha contra la sangre o la carne, sino contra los Principados, las Potestades, las Dominaciones de este mundo de tinieblas, y contra los espíritus malignos que están en los aires (104).
(103) Ef 6, 11
(104) Ef 6, 12