Si hablara las lenguas de los hombres y de los ángeles, pero no tuviera caridad, sería como bronce que resuena o címbalo que retiñe (18). Y si tuviera el don de profecía y conociera todos los misterios y toda la ciencia, y si tuviera tanta fe como para trasladar montañas, pero no tuviera caridad, no sería nada (19). Y si repartiera todos los bienes, y entregara mi cuerpo para dejarme quemar, pero no tuviera caridad, de nada me aprovecharía (20).
(18) I Cor 13, 1
(19) I Cor 13, 2
(20) I Cor 13, 3
No hay comentarios:
Publicar un comentario